sábado, 27 de abril de 2024

El cine se ve mejor en el cine.

 


Una de mis grandes pasiones, sin duda es el cine. Adoro sentarme frente a la pantalla grande con un bote de palomitas y disfrutar historias que me trasporten a otro lugar, a otros ambientes y que me seduzcan con una buena historia.

El fin de semana me tome la tarde del sábado que regularmente es mi día de estudio del Master para ver una película que llamaba mucho mi atención y que no me decepciono en lo absoluto, Civil War.

 Dirigida por Alex Garland, esta película nos narra la historia ¿ficticia? de una guerra dentro de los E.U. donde los estados de Texas y California deciden independizarse de la unión americana provocando así, una guerra civil en todo Estados Unidos. La particularidad que tiene esta cinta es que los hechos no son contados desde la perspectiva de un bando o un personaje político, sino desde la visión de un grupo de periodistas lo cual, desde mi punto de vista, lo hace muy enriquecedor.

Debo decir que mi formación académica es en Ciencias de la Comunicación, desde los 7 años aproximadamente tenia la ilusión de ser corresponsal de guerra, honestamente no sé porque, pero esa fue mi principal motivación para estudiar Comunicación, aunque finalmente me especialice en Publicidad, aunque el periodismo fue mi educación básica.

Quizá es por ello que esta película la disfrute mucho, independientemente que es una historia bien contada y que la fotografía a mi gusto es ¡espectacular! El arte del periodismo de guerra, donde no eres participe del conflicto, pero no intervienes en pro de ninguno de los bandos, simplemente tomas la fotografía para que alguien más cuente la historia.

Ese paralelismo existente de una manera sutil y casi imperceptible que existe entre los disparos de las armas y los disparos de las cámaras, los periodistas están tan dentro de guerra como los soldados. Las secuencias muestran como la prensa también utiliza su “arma” que en este caso es una cámara fotográfica, solo que el impacto llega mucho después, ya que la foto es compartida y publicada.

No quiero platicar más, pero si son cinéfilos de corazón, esta película ¡es imperdible!.
Y como dicen, el cine siempre se ve mejor en el cine.

¡Felice letras!

jueves, 25 de abril de 2024

10 años después ...

 

Justo hace 10 años que no utilizaba este Blog, lo empecé hace 15 años con la intención de compartir diversas experiencias, pero como siempre ocurre el día a día empezó a consumir mi tiempo…curiosamente cuando ingresé al mundo del marketing digital, curioso ¿no?

Hoy, en la recta final de mi Maestría, me solicitan escribir un par de post en un blog y me decidí a rescatarlo, quizá no de manera frecuente, pero al menos intentare hacerlo de manera ocasional.

Haré en breve un post de todo lo que ocurrió en esta última década, pero hoy hablaremos de una de mis grandes pasiones: Viajar.

Alguna vez leí por ahí que “viajar te deja sin palabras y después te convierte en un gran narrador de historias”, y esa es la verdad más absoluta, pues viajar te permite conocer nuevos lugares, sumergirte en nuevas culturas y te enriquece en todos sentidos.

Me fui de casa muy joven, como ya conté en otro post, estaba en el último año de la universidad y solventaba los gastos trabajando todas las tardes y los fines de semana, como hostess en un restaurante al cual, le llegaba todos los días el periódico Reforma.

Los domingos ese periódico traía un suplemento llamado “De viaje”, así que yo llegaba temprano a cubrir mi turno y siempre “hurtaba” ese parte del periódico. Durante mis descansos, me sentaba en la parte trasera del estacionamiento y revisaba todos los tours y paquetes disponibles. Empecé a guardar los que me parecían más atractivos para cumplir un día, aunque en ese entonces de verdad hacia milagros para llegar a fin de mes.

Todo mundo se burlaba de mi por guardar “basura” pero yo sabia que tarde o temprano, lograría mi sueño de ver el mundo. Y si, un año después, mi vida dio un giro de 180 grados y ese “día” por fin llego.

Ahorre lo suficiente para irme a Madrid y Paris, pasando por Nueva York en plena navidad y año nuevo. No lleve mucho, solo mi cámara fotográfica y unas botas de viaje que aún conservo y que me han acompañado siendo mis cómplices por más de 30 países alrededor del mundo, aunque se les note ya lo trotamundos.

Decía Walt Disney “si lo puedes soñar, lo puedes hacer”.

Así que, nunca dejen de soñar y, sobre todo, nunca dejen de tener la curiosidad por conocer el mundo, recuerden que, al morir, lo único que nos llevaremos serán nuestros recuerdos y vivencias, así que ¡a vivir intensamente!


 Felices Letras