Una de mis grandes pasiones, sin
duda es el cine. Adoro sentarme frente a la pantalla grande con un bote de
palomitas y disfrutar historias que me trasporten a otro lugar, a otros
ambientes y que me seduzcan con una buena historia.
El fin de semana me tome la
tarde del sábado que regularmente es mi día de estudio del Master para ver una película
que llamaba mucho mi atención y que no me decepciono en lo absoluto, Civil
War.
Dirigida
por Alex Garland, esta película nos
narra la historia ¿ficticia? de una guerra dentro de los E.U. donde los estados
de Texas y California deciden independizarse de la unión americana provocando así,
una guerra civil en todo Estados Unidos. La particularidad que tiene esta cinta
es que los hechos no son contados desde la perspectiva de un bando o un personaje
político, sino desde la visión de un grupo de periodistas lo cual, desde mi
punto de vista, lo hace muy enriquecedor.
Debo decir que mi
formación académica es en Ciencias de la Comunicación, desde los 7 años
aproximadamente tenia la ilusión de ser corresponsal de guerra, honestamente no
sé porque, pero esa fue mi principal motivación para estudiar Comunicación,
aunque finalmente me especialice en Publicidad, aunque el periodismo fue mi educación
básica.
Quizá es por ello que
esta película la disfrute mucho, independientemente que es una historia bien
contada y que la fotografía a mi gusto es ¡espectacular! El arte del periodismo
de guerra, donde no eres participe del conflicto, pero no intervienes en pro de
ninguno de los bandos, simplemente tomas la fotografía para que alguien más
cuente la historia.
Ese paralelismo
existente de una manera sutil y casi imperceptible que existe entre los disparos
de las armas y los disparos de las cámaras, los periodistas están tan dentro de
guerra como los soldados. Las secuencias muestran como la prensa también
utiliza su “arma” que en este caso es una cámara fotográfica, solo que el impacto
llega mucho después, ya que la foto es compartida y publicada.
No quiero platicar
más, pero si son cinéfilos de corazón, esta película ¡es imperdible!.
Y como dicen, el cine siempre se ve mejor en el cine.
¡Felice letras!